Momentos a solas
por Enrique Monterroza
“Dios mío, mira en el fondo de mi
corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te
agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva”.
Salmos 139: 23, 24
(Traducción en lenguaje actual)
A veces perdemos el enfoque de la vida
por las diferentes tareas diarias que realizamos y más aun cuando la
monotonía y el estrés se apoderan de nosotros y nos olvidamos de esos
momentos a solas que Dios desea pasar con nosotros.
Y es que muchos de nosotros nos
olvidamos de lo más importante de la vida, lo cual es mantener esa
comunión activa con nuestro Señor.
¿Cuándo fue la última vez que tuviste un
momento a solas con Él?, ¿Cuánto fue la última vez que le cantaste a
solas, mientras vivías lo que le decías?, ¿Cuándo fue la última vez que
sentiste su presencia que te abrazaba y las lagrimas de tus ojos no se
pudieron contener?
Con el transcurrir del tiempo y de los
años muchos olvidamos aquellos momentos a solas que pasábamos con El,
esos momentos que marcaron positivamente nuestra vida para que ahora
seamos lo que somos, esos momentos que añorábamos en donde nos rendíamos
delante de Él y permitíamos que ministrara nuestra vida como a El bien
le pareciera.
¿Recuerdas esos momentos inolvidables?,
esos momentos a solas que pasabas con El y en donde te sentías la
persona más privilegiada sobre la faz de la tierra porque podías sentir
como El estaba contigo manteniendo una comunión.
Lastimosamente muchos de nosotros
permitimos que la monotonía y el estrés nos lleven a olvídanos de esos
momentos a solas que son tan importantes para todo hijo de Dios.
No hablo de cuando vas a tu Iglesia, ni
cuando estás en una reunión y buscan del Señor, no, hablo de esos
momentos a solas personales, en donde tú decides por cuenta propia ir y
doblar tus rodillas delante del Señor y comenzar a hablar con Él, como
con tu mejor amigo, mientras El se deja sentir en tu vida de una manera
poderosa y que refresca tu vida espiritual.
Hoy Dios quiere que sepas que anhela
esos momentos en los cuales le dedicabas tiempos a solas, en donde ibas
por deseo propio a buscarlo y a alimentarte de su presencia. Dios te
está esperando en el mismo lugar en donde te encontrabas con El, Dios
está deseoso de oírte, de escucharte, de que le cantes y sobre todo que
comiences a confiar en Él como antes lo hacías.
¿Qué esperas?, ¿Por qué dudas más?, ¡Ve
delante de tu Padre!, ¡Búscalo! Porque sin duda lo encontraras, hoy Dios
quiere restaurar esa comunicación contigo, pues El jamás se ha olvidado
de ti y de los momentos a solas que han pasado juntos.
Hoy quiero invitarte a que terminemos este devocional realizando una pequeña oración, dile al Señor:
Amén
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