miércoles, 18 de septiembre de 2019

Un hombre despreciado por muchos, pero importante para Dios

Zaqueo

Un hombre despreciado por muchos, pero importante para Dios

Enrique-Zaqueo

“Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico. Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud. Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí.”

Lucas 19:1-4 (Nueva Traducción Viviente)

Así comienza la historia de Zaqueo, aquel hombre de poca estatura, recaudador de impuestos (Que en ese entonces era visto como una traición a su mismo pueblo), de mala fama (por hacerse rico aprovechándose de los pobres), pero con un anhelo de conocer a Jesús de cerca.

Me llama la atención de que ese hombre despreciado por la mayoría quisiera ver a Jesús e ingeniárselas para lograrlo: “Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—, ¡baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama».” Lucas 19:5-7 (Nueva Traducción Viviente). Zaqueo obtuvo un gran premio que no esperaba pero que en lo planes de Dios estaba escrito.