Zaqueo
Un hombre despreciado por muchos, pero importante para Dios
“Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la
ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores
de impuestos de la región y se había hecho muy rico. Zaqueo trató de
mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la
multitud. Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera
sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí.”
Lucas 19:1-4 (Nueva Traducción Viviente)
Así comienza la historia de Zaqueo,
aquel hombre de poca estatura, recaudador de impuestos (Que en ese
entonces era visto como una traición a su mismo pueblo), de mala fama
(por hacerse rico aprovechándose de los pobres), pero con un anhelo de
conocer a Jesús de cerca.
Me llama la atención de que ese hombre despreciado por la mayoría quisiera ver a Jesús e ingeniárselas para lograrlo: “Cuando
Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le
dijo—, ¡baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». Zaqueo bajó
rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa;
pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la
casa de un pecador de mala fama».” Lucas 19:5-7 (Nueva Traducción
Viviente). Zaqueo obtuvo un gran premio que no esperaba pero que en lo planes de Dios estaba escrito.