La cruz de Jesús: un puente hacia la Vida Eterna
Por: Luis Caccia Guerra para www.destellodesugloria.org
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.
(I Corintios 1:18)
La cruz de Jesús
Rechazada y censurada por unos, venerada por otros.
Objeto de crueles burlas. También de fervorosa devoción religiosa.
Piercing, tatoo, accesorio de moda. Símbolo de terror y muerte.
Icono del acto de amor más grande de todos los tiempos. Sólo un instrumento de suplicio y muerte, para incrédulos.
Más allá de los credos, de convicciones
religiosas, inclusive de la fe misma -o de la ausencia de ella- la cruz
de Jesús hoy más que nunca genera polaridades y controversias.
Han transcurrido 2000 años de aquella
negra tarde del mes de Nisán, en la que Nuestro Amado Señor Jesús fue
levantado en una cruz. Suspendido entre el cielo y la tierra. Objeto del
más cruel e injusto despropósito jurídico maquinado por hombre alguno
en la historia de la humanidad, moría el único inocente -el que no
conoció pecado- en propiciación por la multitud de las maldades de todos
nosotros (II Corintios 5:21).