Hoy decido Perdonar
A veces somos muy injustos con el
perdón, Dios ha perdonado todos nuestros pecados y sanado nuestras
heridas, pero nosotros se nos hace muy pero muy difícil perdonar a aquel
que hizo algo que nos dolió mucho.
Y digo que somos injustos con el perdón, porque nos gusta que Dios nos perdone, pero no nos gusta perdonar.
A menudo veo y oigo a personas que se
supone “han perdonado”, pero sus palabras, sus frases denotan que lo que
existe en su corazón, es verdaderamente falta de perdón.
Cuando nosotros perdonamos a alguien, no
tenemos porque andar sacando en cara lo que nos hicieron, ¿Acaso no lo
perdonamos ya?, ¿Por qué andar recordándole cada que se puede lo que
hizo?, eso es ser injusto, porque Dios no nos anda recordando a cada
momento nuestros pecados como razón para acusarnos y hacernos sentir
mal, al contrario, Dios olvida nuestros pecados y nos hace nuevas
criaturas.
Reflexionar sobre el perdón que
injustamente no otorgamos, me lleva a la Palabra de Dios, especialmente
al pasaje del siervo que fue perdonado, pero no quiso perdonar.